Mirage entra al palacio disfrazado de "Sultana" y obtiene información sobre la pandilla; sin embargo, pronto se revela a sí misma y a su trama: se ha colocado un gran obelisco negro en las afueras de Agrabah. A medida que su sombra se extiende, se alargará hasta la puesta del sol, borrando todo lo que está a su alcance de la existencia. Mirage, sin embargo, le da a Aladdin una pista: un espejo en una caverna en la cima del mundo lleno de muchos otros espejos, uno que revela la verdad debajo de la superficie, es la única forma de salvar a Agrabah.
Aladdin, Jasmine y todos, excepto Genie, lo recuperan, mientras él trata de destruir el obelisco, y ellos regresan pronto, supuestamente salvando la ciudad. Pero Jasmine, Iago y Abu se dan cuenta de que están sucediendo cosas extrañas (es decir, nadie grita a Abu por robar, el sultán llama "Princesa" a Jasmine) y Mirage los lleva a su propio mundo cuando se acercan demasiado para revelar su último diseño. Una vez que Al se dé cuenta de esto, depende de él y de Genie conjurar un espejismo propio para engañar a la hechicera, o perder a sus amigos, y a su ciudad.